El pasado 17 de mayo del año en curso una vez más las fuerzas vivas del distrito de Tirrases nos sorprenden gratamente y nos dejan una enseñanza valiosa. No es la primera vez que lo hacen. Recuerdo que para la época de pandemia por COVID-19, el liderazgo de estas comunidades se organizó en medio de las medidas sanitarias para tener un banco de alimentos. Llevaron a cabo labores titánicas para recolectar provisiones y hacerlas llegar a las familias con mayores necesidades.
Nuevamente, los liderazgos de Tirrases logran unir esfuerzos para llevar a cabo la “Caminata por la Paz. Unidos por Tirrases”. Esperando no dejar a nadie por fuera, cabe mencionar a quienes lograron la unidad por un objetivo común iglesias de diferentes denominaciones, instituciones estatales como el Ministerio de Educación Pública, la Fuerza Pública, el Instituto Nacional de Aprendizaje, el gobierno local; así como también la empresa privada (Manzaté, Telecable).
Tuve el gusto de entrevistar a algunas de las personas que lideraron la iniciativa, quienes me indicaron que no querían que sus nombres figuraran, sino que se destacara la fraternidad que se alcanzó a través de la Caminata por la Paz. Algunas de las ideas que están en la base de este movimiento sostienen que “siempre existe la posibilidad del cambio, no es necesario buscar culpables porque un distrito se construye entre todas las personas, todos somos partícipes de la construcción, queremos ser una voz de esperanza, una voz de paz sobre Tirrases”.
Con camisetas y globos blancos aproximadamente 150 participantes recorrieron el distrito iniciando en la Iglesia Santa Eduviges, culminando en el planché de Cuatro Calles, pasando por La Ponderosa, Santa Teresita, Miravalles, entrada a Calle Garita y la Quince de Agosto. A su paso convocaban a muchos espectadores, quienes desde las puertas de sus casas se unían al sentir compartido, en algunas ocasiones hasta con aplausos.


¿Qué aprendemos como curridabatenses a través de esta experiencia comunitaria?
Probablemente aprendemos muchas cosas relevantes, pero me permito puntualizar en algunos aspectos.
Combatir la desesperanza aprendida
Los seres humanos nacemos con una inmensa capacidad para aprender, como decimos por ahí “no nacemos aprendidos” pero en el camino vamos acumulando aprendizaje; por ejemplo, podemos aprender a respetar o bien irrespetar; también a amar u odiar. Pues con la ESPERANZA es lo mismo. Llegamos a tener experiencias de vida que fortalecen la capacidad de confiar en un mejor futuro, a pesar de la adversidad. Lamentablemente, también podemos aprender a abrigarnos con la desesperanza, la cual se acompaña con una sensación de impotencia, falta de motivación, pensamientos negativos y, sobre todo, un comportamiento pasivo.
Levantarse y caminar pacíficamente como comunidad es un acto subversivo que rompe con la desesperanza aprendida en todas las edades, desde la adultez mayor, hasta la infancia.
Para finalizar presento algunas frases que bien podrían ser clichés, pero que considero se convierten en verdades poderosas cuando se construye en unidad con iniciativas sostenidas en el tiempo, integrando la diversidad y mostrando respeto por las diferencias de todo tipo:
- 1. La unión hace la fuerza.
- 2. Dentro de las comunidades existen saberes (personas con gran sabiduría) que deben ser tomados en consideración a la hora de edificar estrategias de abordaje de los problemas comunes.
- 3. No estamos a la deriva, podemos poner en práctica pequeñas y grandes acciones para construir espacios más seguros y saludables.
Este grupo que se autodenomina “Unidos por Tirrases” pretende continuar con acciones caracterizadas por la tolerancia, el respeto y la unión. Anímese a unirse, a opinar, a aportar. Emulemos esta experiencia en otros distritos y construyamos una mejor Curridabat para todas y todos.
