- Fue 1 de los 4 alumnos provenientes de colegios públicos.
El pasado 20 de mayo del presente año se llevó a cabo la Olimpiada Costarricense de Astronomía y Astrofísica (OCAA) en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC). Dentro de dicha competencia contamos con la representación de un alumno del Colegio Técnico Profesional Uladislao Gámez Solano de Tirrases.
Se trata de Amit Portilla Rivera, un chico de tan solo 15 años de edad, y es que detrás de su participación se esconde una maravillosa historia, digna de admirar donde nos demuestra que el esfuerzo y el compromiso pueden imponerse a los límites que enfrentamos en el camino.
Las OCAA son una estrategia del TEC para motivar a los jóvenes a estudiar aquellas ciencias que tienen relación con el universo. Para clasificar a la fase final de las Olimpiadas, los estudiantes debieron superar algunas pruebas preliminares. Durante la edición de este año hubo más de 517 postulantes, de las cuales solo 117 clasificaron. Este centenar de estudiantes competían distribuidos en dos niveles según el grado de secundaria que cursaran.
Amit fue apenas 1 de los 4 estudiantes provenientes de colegios públicos.
A pesar de que el reto era sumamente difícil, Portilla encontró grandes personas que le impulsaron. La primera de ellas fue Wendy Vázquez, profesora de matemáticas. Ella comenta que se enteró de estas olimpiadas gracias a correos electrónicos de suscripciones que ella recibía. En el momento que le preguntó al estudiante si estaba interesado, él mostró la mayor disposición posible.
Estas pruebas tienen un enorme grado de complejidad porque la materia que se debe estudiar no forma parte de los programas del Ministerio de Educación, los competidores deben aplicar temas relacionados a la Astronomía y Astrofísica. Para poder aprobarlos se requieren ciertos “dotes matemáticos”.
Es aquí donde aparece el profesor de electrotecnia e ingeniero electrónico Jeffry Mendoza, quien le ayudó a estudiar y prepararse para las pruebas. El docente alabó el compromiso del estudiante para investigar y aprender todos estos nuevos conocimientos, los cuales al inicio se le hicieron muy ajenos a lo acostumbrado. “Siempre llevaba todos los materiales de apoyo… Llegaba a buscarme en sus tiempos libres”, indicó Mendoza.
Sumado a estos dos docentes, también se destaca la labor de Ana Tenorio, la orientadora; así como también otros profesores, personal administrativo y dirección del centro educativo.
El estudiante ha participado en otras competencias como olimpiadas de matemáticas y feria científica desde que estaba en la escuela. La docente Wendy Vásquez también destaca que el joven posee un gran talento artístico, específicamente en el dibujo. Le preguntamos qué quería ser cuando fuera adulto; aunque consideró que la pregunta era un poco apresurada, dijo que por el momento le gustaría ser astronauta.
Su mamá, Kattia Rivera y los docentes coinciden que ha sido un orgullo todo el esfuerzo en conjunto. Es hoy Amit Portilla el estudiante que nos deja una lección a todos: sin importar la edad o cualquier otra condición, existen personas con un gran potencial en nuestra comunidad, pero se requiere de valentía para poder demostrarlo.