Como si fuera una de esas relaciones tóxicas, que causan más daño que bondades, las ciudades deberían abandonar su mal noviazgo con los vehículos automotores y empezar a coquetear con otras opciones, como el transporte en bicicletas.

Pero al igual que sucede en la vida real con esas relaciones que no llevan a buen fin, las promesas de cambio se acumulan por todo lado, sin hacerse realidad. A veces se dan pasos positivos, pero siendo la ciudad un organismo múltiple, variado y confuso, como el corazón enamorado, también así los cambios enfrentan retrocesos.

Este mes consultamos vía correo electrónico a Jorge Mora Portuguez, un experto en temas ambientales y promotor de nuevas formas de movilidad en las ciudades, como el transporte en bicicletas. Se lo puede ver de allá para acá, recorriendo las calles, por supuesto, en bicicleta y promoviendo esa ruptura con el vehículo automotor, que tanto daño nos produce. De seguido sus respuestas a nuestras consultas.

– Arca y otras organizaciones han lanzado una campaña contra restricciones del MOPT a los ciclistas. ¿Puede explicarnos que es Arca y porque una organización ambientalista incursiona en este tema que podríamos decir es muy urbano?

ARCA es la Asociación Regional Centroamericana para el Agua y el Ambiente, que fue creada desde el año 2009 con el propósito de promover la participación de la sociedad civil en la formulación de políticas, planes y legislación sobre los recursos hídricos y el ambiente.ARCA desarrolla su trabajo a través de dos programas, uno sobre los recursos hídricos y otro sobre ambiente urbano, por ser ambos temas los que generan las principales y más graves amenazas al ambiente de nuestro país.En materia de ambiente urbano, la contaminación provocada por los automóviles automotores llega a niveles insostenibles. 70% de todas las emisiones de dioxido de carbono, que son las que provocan el cambio climático global, son producidas por automotores, que constituyen a la vez la principal causa de contaminación sónica en las ciudades.

La contaminación producida por los automotores ocasiona graves impactos a la salud de las personas siendo la principal causa de enfermedades cardiorrespiratorias en el país.  Los peligrosos contaminantes pm10 y pm2.5 están muy por encima de los niveles máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.Actualmente  circulan por el país un millón cuatrocientos mil vehículos que crecen a una tasa de 8% anual. 55 mil nuevas unidades son importadas cada año, situación que es insostenible.Es por esto que debemos modificar el modelo de movilidad urbana basado en el automóvil particular y avanzar hacia sistemas intermodales de transporte que combinen diversos medios colectivos (trenes, tranvías, autobuses limpios, eficientes y de calidad) con formas no motorizadas de movilidad, entre estos la bicicleta y la peatonización de los centros urbanos.

Este es el principal reto que ha asumido ARCA y para lograrlo venimos colaborando con diferentes instituciones y gobiernos locales, entre éstos con las municipalidades de Cartago, Montes de Oca, Alajuela y Curridabat, así como con los ministerios de ambiente y salud.

¿Cuál ha sido la respuesta del MOPT a los cuestionamientos?
Históricamente el MOPT se ha resistido a promover otras formas de movilidad distintas al automóvil particular. La mayor parte de sus programas, de sus inversiones, de sus prioridades están enfocados en incrementar la circulación de vehículos particulares cuando más bien deberían limitarla para dar paso a otras formas de movilidad.

En los últimos meses incluso se ha detectado una peligrosa política del MOPT dirigida a perseguir y a reprimir a las personas que circulan en bicicleta por las vías públicas. Esto está ocurriendo en la ruta 27, en el llamado plano de Santa Ana; se prohibió la circulación de bicicletas  en la Romería a Cartago, (pero se permitieron los caballos que para los peatones representan mucho mayor riesgo); y han llegado al extremo de prohibir una de las etapas de la vuelta ciclística a la Zona Norte, concretamente entre Ciudad Quesada y Las Brisas de Zarcero.

Mientras todo eso ocurre los automóviles siguen invadiendo las aceras, estacionándose en zonas prohibidas, incumpliendo los límites de velocidad, irrespetando semáforos y pasos peatonales, agrediendo a peatones y ciclistas y violando reiteradamente la ley de tránsito.

Son muy  diligentes en aplicar mano férrea a las bicicletas, pero incumplen otras disposiciones legales que le obligan al MOPT a construir ciclovias, a apoyar a los gobiernos locales en el cierre de rutas a los vehículos automotores los días domingos y feriados para que puedan ser usadas para la circulación de vehículos, y en general a promover el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano.

¿Por qué sigue predominando la cultura del vehículo? ¿Tiene esto que ver con el diseño de las ciudades?
La prominencia de la cultura del automóvil particular en nuestro país tiene que ver con dos elementos principales: En primer lugar con la ausencia total a nivel de las instituciones competentes de programas, políticas y estrategias para transformar esta cultura, para promover que la gente vuelva a caminar, a andar en bici, a dejar el auto en casa y utilizarlo solo cuando sea realmente necesario. Así como se cambió la cultura del tabaco en nuestro país (antes era un derecho fumar dentro de un autobús, en un aula universitaria, en un restaurante por ejemplo), de igual forma debe promoverse un cambio en la cultura de movilidad urbana. Ahora bien esto no es posible lograrlo si no se combina con el desarrollo de la infraestructura necesaria para que la gente pueda caminar (aceras amplias y en buen estado, paseos peatonales, bulevares peatonales, etc.), andar en bici (ciclovias, carriles bici, aceras bici) o bien en medios de transporte colectivo limpios, eficientes y de calidad. Paralelo a esto deben aplicarse las normas de tránsito que obligan a los automotores a compartir la vía, a respetar el 1.5 m al adelantar una bicicleta, a dar prioridad a peatones y bicicletas en esquinas y semáforos, y sobre todo a cumplir con los límites de velocidad. En las calles urbanas la velocidad máxima debe ser 30 KPH.

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El gobierno local de Curridabat ha tenido un rol de apoyo en la promoción del uso de la bicicleta como medio de transporte, pero, ¿qué sería lo deseable? ¿Cuánto más hace falta?  Y también, ¿qué actitudes serían deseables de los vecinos? ¿Estamos frente a un problema cultural o de seguridad?

El Gobierno Local ha dado pasos en la dirección correcta, pero aun falta mucho por hacer dentro del marco de sus competencias. La Alcaldía de Curridabat liderada por el señor Edgar Mora ha comprendido la importancia de promover el uso de la bicicleta como medio de transporte en el cantón de Curridabat, para ello desde el año pasado ha instalado parqueos para bicicletas en distintos sitios públicos (frente al palacio municipal, en el parque, en el estadio y en el polideportivo municipal) y han empezado a organizar cleteadas urbanas que han tenido una gran acogida entre la población del municipio.

Curridabat tiene condiciones óptimas para desarrollar carriles bici en sus calles cantonales, e incluso en coordinación con los municipios de Montes de Oca y La Unión construir ciclovias intercantonales.

La población de Curridabat debe comprender que debe usar menos el automóvil, caminar más y movilizarse en bicicleta, si quieren mejorar su calidad de vida. Los vehiculos automotores ya no caben en el cantón y si no se modifica la cultura del automóvil los problemas de congestionamiento vial, de salud pública, de contaminación ambiental y de estrés urbano.
Debemos romper el paradigma actual, dejar de pensar que los problemas de vialidad se solucionan ampliando calles, construyendo nuevas carreteras o nuevos carriles. Eso solo va a estimular una mayor circulación de automotores particulares en detrimento de la calidad de vida de la población.

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