Vínyela Devandas Brenes autora del libro “Billo Zeledón, ese famoso desconocido”, quiso desde el inicio de su trabajo de investigación sobre el autor de la letra sagrada de la Patria, ofrecer una propuesta de lectura que motivara al lector desde el título, a preguntarse: ¿por qué si Billo es famoso, es a la vez desconocido?  ¿No es esta una contradicción?

La autora, vecina de Currridabat y muy comprometida con nuestro cantón, hace un resumen de una excitativa a confrontar, a través de las páginas de su investigación, a ahondar en la vida de «Billo» Zeledón, y cómo y por qué es Curridabat la cuna de la letra de nuestro hermoso y combativo  Himno Nacional.

Nos dice doña Vínyela:

La publicación de este trabajo investigativo por parte de la Editorial de la Universidad de Costa Rica en el año 2006 se produjo doce años después de la presentación para optar por el grado de Magíster en Literatura Latinoamericana en 1994. Yo considé que tanto en ese entonces como ahora, este trabajo predispone al lector a conocer a un autor esencial en la conformación de nuestra identidad a quien, sin embargo, y desfortunadamente, muy pocos costarricenses han leído.

A Billo Zeledón se le conoce fundamentalmente, por ser el autor de la letra del Himno Nacional, pero se desconoce su “fecunda labor” como escritor de textos combativos en contra de la corrupción de los gobiernos y a favor de la paz, la libertad y la justicia social.

 Zeledón no buscaba obtener fama ni gloria a través de sus escritos, sino lo que pretendía era conmover al lector para sensibilizarlo sobre las injusticias sociales que sufrían los trabajadores durante la primera mitad del siglo XX.  Los siguientes versos del autor, sintetizan su intencionalidad como escritor de poesía social y de ensayo político:

“No apaguéis mis acentos con vuestro aplauso recio, de tantas frases hechas incomparable precio, dejadlos que se agiten, que zumben, su misión no es conquistar halagos, es atronar oídos; dejadlos que son pájaros, van a formar sus nidos en el dulce regazo de vuestra comprensión”

(Epígrafe, cap. I)
El parque central de Curridabat, donde se encuentra este busto en su honor lleva el nombre de Billo Zeledón.

Los versos anteriores son la mejor carta de presentación del autor y de su trabajo literario comprometido con las causas sociales. De ahí y a través de la lectura que se hizo de los textos del autor, en particular de los poemas y ensayos que publicara Zeledón en la Revista Renovación, de ideología ácrata, confirmé la hipótesis de mi trabajo de investigación que consiste en encontrar la razón por la cual Billo Zeledón era famoso y a la vez desconocido.

A los famosos se les conoce por sus obras en cualquier ámbito de su acción, pero con Billo ocurrió lo contrario, pues al ganar el concurso en 1903 para dotar de una nueva letra al Himno Nacional, la circunstancia de ser creación de un autor combativo en el campo ideológico hizo que sus otros escritos fueran enviados al olvido. Sus textos no fueron incluidos en los programas escolares oficiales y lo que es aún más sorprendente, no hubo declaratoria de oficialidad de la letra ganadora del Himno durante cuarenta y seis años.  A Billo se le otorgó en 1903, el premio del concurso que consistía en quinientos colones, pero la declatoria en el diario oficial La Gaceta, no ocurrió sino hasta en 1949, cuando el autor era diputado constitucionalista luego de la Guerra Civil de 1948.

Esta omisión se explica por el carácter beligerante de José María Zeledón quien escribía poemas y ensayos mordaces contra lo que él juzgaba injusticia social. De esta manera, propongo entablar un diálogo entre el texto sagrado de la Patria y las publicaciones periódicas del autor en la Revista Renovación a lo largo de los cuatro años de su vigencia. Los resultados de ese diálogo son los que plasmo como evidencia de la hipótesis del trabajo de investigación.

Billo Zeledón concibió la letra del Himno Nacional en 1903, siendo vecino de Curridabat, que era por entonces una aldea, inspirado en el trabajo de los campesinos que subían y bajaban por la cuesta del río María Aguilar, como lo contó el mismo autor a una educadora amiga. Él tenía en esa época, veinticuatro años y ya conformaba un hogar con Estercita Venegas de Zeledón con quien logró el ensamble del poema del dentro de la partitura del texto musical del Himno, compuesta por el maestro militar Manuel de María Gutiérrez. Doña Estercita era pianista y cantando y tocando logró este parto glorioso para Costa Rica. Así pues, nuestro texto sagrado de la Patria tuvo papá y mamá. Fue Billo y su fecunda inspiración lírica quien lo engendró, pero fue Estercita quien lo acunó dentro del texto musical.

Por eso, es necesario leer ese diálogo que presento entre los textos combativos de Billo Zeledón y el texto del Himno Nacional. Así es como pienso que logré descubrir a través del análisis filológico, cuál fue la propuesta de identidad que Billo Zeledón dejó plasmada en su inmortal letra. ¿Realmente es el pueblo costarricense un pueblo pacífico o es un conjunto de seres pasivos que ignoran los verdaderos males que está sufriendo su patria? ¿Qué nos dice el autor de nuestra letra gloriosa? ¿Cuál es la propuesta de identidad que nos ofrece en la letra del Himno Nacional, José María Zeledón Brenes? Esa respuesta la fuí encontrando a través del trabajo investigativo y la presento al lector atento, en forma didáctica, hasta llegar a concluir en el desiderátum de identidad que Billo Zeledón nos ofrece poéticamente en el más bello canto a la Patria.

Al final he querido dejarles esta reflexión en el libro y compartirlas con ustedes ahora:

Los costarricenses hemos aprendido desde niños, un texto que repetimos inconscientemente en muchos actos oficiales. Este texto, que es el poema del HIMNO NACIONAL compuesto por José María Zeledón Brenes, forma parte del patrimonio cultural que hemos heredado de la generación cultural de principios del siglo veinte. El HIMNO NACIONAL, junto a otros símbolos como el escudo, la bandera, el yigüirro, el árbol de Guanacaste y la guaria morada conforman la representación de Costa Rica en cualquier parte del planeta.

De todos ellos, el texto poético del HIMNO es el único que intenta plasmar una identidad en la que se presume debemos reconocernos todos los costarricenses.” (pág. 135)

Finalmente, hay que agregar que el libro “Billo Zeledón, ese famoso desconocido” se inscribe dentro del género literario ensayo, cuyo objetivo primordial es promover la lectura crítica de las ideas propuestas. Los invitamos a leer este interesante libro que nos habla de la obra del autor que convirtió a Curridabat en la Cuna de la letra del Himno Nacional

Doña Vínyela Devandas Brenes nos amplia sus comentarios en esta entrevista en video.

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