Dicen que cuando no hay nada bueno que decir, es mejor no decir nada; entonces en el sentido contrario se debe aprovechar cuando hay cosas buenas que decir, hoy el triste fallecimiento de un hombre curridabatense ha generado muchas cosas buenas que decir porque eso fue lo que él sembró, y no solo lo decimos nosotros en El Monitor, lo dicen cientos de personas a quienes este hombre impactó con su sencilla forma de ser y con su atinado liderazgo y su ejemplar vida. Les compartimos dos semblanzas dedicadas a Don Fernando Terán Alvarado.

In Memoriam

Por: Mariechen Miranda F. y Carmen E Madrigal F.

Don Fernando Felipe Terán Alvarado, vecino ejemplar de Curridabat. 

El jueves 26 de mayo recibimos la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido vecino y amigo don Fernando Felipe Terán Alvarado.

Se distinguió por ser un hombre sencillo, amable, humilde, poseedor de grandes valores éticos y morales, un ser humano excepcional. Don Fernando fue un caballero a carta cabal. 

Empresario visionario y con gran conciencia social

 Los que tuvimos la dicha de conocerlo lo recordaremos como una persona de conversación pausada, tranquila, respetuosa y amable. Se caracterizó por su escucha atenta y por emitir criterios y puntos de vista muy certeros. Persona de amplios conocimientos y transmisor de sabios consejos.

 Me atrevería a manifestar que posiblemente no hubo persona alguna que se le acercara y que no fuera recibida con una palabra y un gesto amable.

Don Fernando era un conocedor de la historia y desarrollo de nuestro cantón como pocos, participó activamente en el desarrollo económico y social. Fue residente del distrito Sánchez de Curridabat. 

Invaluable aporte a nuestra comunidad

El desarrollo y la prosperidad de nuestra comunidad se deben en gran medida a la visión y el aporte desinteresado que siempre ha tenido la familia Terán -Jiménez con el incansable trabajo de don Fernando junto con su esposa doña Ileana para hacer de nuestra comunidad un mejor lugar para vivir, con mejores oportunidades para todos sus habitantes. 

La ayuda social y la filantropía fueron parte de su vida. Sin aspavientos, sin bulla, siempre ayudaba en todo lo que podía.

Por medio del Club Rotario, del que fue fundador y al que perteneció por muchos años, la comunidad se ha beneficiado de innumerables proyectos para los centros educativos, hogares para adulto mayor, Cruz Roja, entre otros.

Nos deja un gran hombre, un hombre bueno, a quien recordaremos con cariño y respeto. 

Don Fernando Terán A, deja un recuerdo que perdurará por siempre en nuestra comunidad. 

Nos unimos con un abrazo solidario a su señora esposa doña Ileana, a sus hijos Manuel y Tita, Felipe e Ileana e Ivannia, así como a sus nietos.  

¡Descanse en Paz don Fernando! 

Curridabat por siempre agradecido.

  

Semblanza de un hombre bueno

Por: Fabio Muñoz Campos

Es fácil escribir sobre una persona, o hacer su semblanza, cuando se trata de un hombre bueno, visionario y generoso, como lo fue don Fernando Felipe Terán Alvarado.

Es placentero mencionar a un empresario ejemplar que, más que un jefe de sus prósperas empresas fue un amigo de sus trabajadores.

Gracias a su empeño y al empeño de su familia, sus actividades empresariales crecieron hasta obtener el Grupo La Laguna, que hoy es líder en la industria mobiliaria de Costa Rica.

Dios lo bendijo en su afán de hacer prósperas sus empresas y don Fernando encontró la forma de agradecérselo al Altísimo y fue así como, durante su vida terrenal, retribuyó esas bendiciones con su compromiso social.

Generoso como pocos y hacer el bien en silencio fueron sus características.

El pueblo de Curridabat se siente orgulloso de haber tenido a don Fernando como uno de sus hijos predilectos.

Su generosidad está ahí: en la Cruz Roja de Curridabat que siempre encontró alivio en su misión de socorrer a los pobladores.  Su generosidad está ahí: en el Centro de Ancianos. También lo está en el edificio comunal que hoy alberga el servicio administrativo de la Municipalidad. Y su generosidad también está ahí: en las escuelas y colegios que ayudó a fundar.  Y está aquí, en este templo, (Templo parroquial de Curridabat) cada vez que necesitó la ayuda para las restauraciones cuando esta Casa de Dios lo necesitó.

También lo está en la Fundación Curridabat, liderada por su esposa doña Ileana y en las oportunidades de capacitación a un buen número de curridabatenses. Su amor y generosidad están en sus silenciosas ayudas económicasa los más necesitados.

Como bien dijo el Padre Claudio Solano el día del funeral, don Fernando es ejemplo del cristiano que transitó su vida terrenal haciendo el bien al prójimo.

Tuve hambre y me dio de comer. Tuve sed y me dio de beber. Estuve desnudo y me abrigó. Estuve enfermo y me visitó.

Sí, amigos y familiares, don Fernando fue un hombre bueno. En nuestros corazones y en nuestras mentes han de haber más de una anécdota y más de un lindo recuerdo de don Fernando y todos están relacionados con sus actos de bondad y solidaridad de este buen amigo, de este buen esposo, padre, abuelo y empresario.

Yo digo que a los buenos no se les llora… a los buenos se les imita. Imitemos a don Fernando.

Curridabat está en deuda con don Fernando. Ya no está con nosotros físicamente, pero queda su recuerdo, sus buenas obras, su ejemplo de generosidad y solidaridad. Curridabat está segura de que a las huellasde don Fernando le seguirán las huellas de su estimada esposa, sus queridos hijos y me atrevo a decir:  también las de sus nietos.

Gracias, don Fernando, por ser un hombre de Dios… que solo supo hacer el bien al prójimo.

Curridabat, 2 de junio 2022

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