Un rasgo distintivo de la historia de Tirrases es su capacidad para dar abrigo al necesitado. Es una tierra amorosa, con una corta, pero intensa y riquísima historia. Hoy persisten, algunas ya muy transformadas, varias edificaciones que nos cuentan de ese pasado.

El único leprosario que había en el país fue trasladado de La Uruca a la finca Las Mercedes, en Tirrases, en 1908. Se llamó desde entonces, “Asilo Nacional Las Mercedes”.  En 1948 adoptó el nombre de “Sanatorio Nacional de Las Mercedes”, como evidencia de que las personas ya no iban a ingresar permanentemente, sino mientras se curaban. Así lo testimonia una investigación sobre la lepra en Costa Rica, realizada por Orlando Jaramillo y otros.

Erróneamente, algunos reportes consignan la creación del leprosario Las Mercèdes, un siglo antes.

 El Sanatorio Nacional de las Mercedes cerró sus puertas el 30 de marzo de 1979. Más tarde fue un Centro de Rehabilitación de Enfermos Alcohólicos de Tirases de Curridabat, del IAFA y finalmente, en 2006, la vieja edificación pasó a formar parte de las instalaciones del nuevo y primer colegio del Distrito, el Colegio Técnico Uladislao Gámez.

Junto a esa edificación, persiste aún La Casona, que albergó a las monjas que atendían a los leprosos. Con la adquisición por parte de la Municipalidad de esas propiedades y edificios, La Casona se transformó en La Cometa, un centro de desarrollo comunitario. Y ya, para estos días, están a punto de finalizarse las remodelaciones de un Centro Gastronómico, para la educación alimenticia y la cocina.

Este texto fue actualizado por una corrección de edición. La institución se llama Colegio Técnico Uladislao Gámez, y no «Ladislao» como se puso originalmente.

Nota del editor.

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