El siguiente texto fue escrito por un vecino de la comunidad para el proyecto «voces de curri» donde personas de la comunidad nos escriben sobre sus vivencias y ocurrencias en el cantón.

…En cierto barrio, hay casas desde las que se pueden ver partes de las de los vecinos.

Ahí vive el señor Minero, quién desde su oficina observa las ventanas de su vecino, el señor Obrantín. Una de las ventanas es pequeña y alta; durante las noches, se nota que la luz de ese aposento se enciende por lapsos cortos, por lo que Minero supone que se trata de un baño. Una noche, se notaba actividad más frecuente de lo usual y Minero pensó que su vecino tenía problemas digestivos. Le comentó a su amigo el boticario Apoteco quién sigilosamente deslizó bajo la puerta de Obrantín un folleto publicitando su servicio exprés y promociones de medicamentos para males comunes, que provocan frecuentes visitas al baño.

A Obrantín le pareció una mágica coincidencia y aprovechó la promoción. En agradecimiento, Apoteco le ofreció a Minero un descuento en su próxima compra. Todos felices: Obrantín obtuvo alivio, Apoteco una venta, y Minero una regalía…

Hasta que un día se acabó la magia: un empleado de Apoteco comentó el asunto y Obrantín se puso furioso, llamó «metiche aprovechado» a Minero y amenazó con demandarlo por invasión a la privacidad. Pero su abogado le dijo que no había delito, la casa de Minero cumplía con todos los retiros de ley.

El escándalo fue tal que todo el barrio se enteró y de pronto todos advirtieron que sus casas podían ser observadas. Algunos se fueron del barrio a otros supuestamente con menor exposición. Otros levantaron tapias más altas. Pero quien mejor lo hizo fue doña Serena, quien al saberse observada dijo: «qué vergüenza, yo con ese chunchero en el patio»; entonces pintó paredes, renovó cortinas y embelleció el jardín… «si me van a espiar que todo lo vean bonito».

Este texto es parte del proyecto «voces de Curridabat». Escrito por Oscar Rojas quién vive desde hace 37 años en Curridabat y escribió esta historia como una «ocurrencia», una especie de chiste en el chat familiar.

Nota del Editor

Por Colaboración

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