Andrea Vargas y Monserrat Solano, voceras de la actividad, estaban en una reunión de catequesis cuando vieron nacer la idea de ayudar a los infantes que hacían su primera comunión pero que por la pandemia del Covid19 no iban a poder celebrarlo con su familia.
Un aproximado de 65 niñas y niños en Curridabat iban a ir a las iglesias sin poder celebrar un evento importante para las personas creyentes. «Queríamos decirles que la Iglesia está viva» afirmó Vargas.
Así nació la idea de realizar una caravana de fe con un mensaje de esperanza en donde carros iban a pasar por las casas celebrando este evento de la forma más segura posible. El cantón no sólo respondió positivamente al mensaje según contó Solano, sino que también les recibieron con barrios enteros decorados.
En la actividad participaron también personal de Fuerza Pública, Inspección Municipal y del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) quienes llevaron la mascota de la institución y se aseguraron de que la actividad fuera ordenada y nadie corriera riesgos de ningún tipo.
Un mensaje de fe
Entre el personal de este día no solo se encontraban vecinos entuciastas y oficiales, sino también muchas personas que comparten sus creencias. El padre Oldemar Ruíz se refirió a este evento como un mensaje de que todo va a estar bien, de esperanza y paz entre la comunidad. Según relato al Monitor, se trata de celebrar la juventud, la libertad y la esperanza.