La (in)Seguridad Ciudadana es uno de los problemas que la población siempre coloca en los primeros lugares de prioridades.

La demanda por seguridad pareciera insaciable. La policía afirma que el deseo ciudadano es que hubiese un agente en cada casa. Los ciudadanos sostienen que la policía nunca está cuando se le necesita.

La fórmula que propuso el Ministerio de Seguridad en nuestro país es el ya bastante recitado “binomio policía-comunidad”, que al menos, y mientras se mantienen vivas las relaciones, genera un sentimiento de mayor seguridad en las comunidades organizadas.

Los gobiernos locales también han intentado asumir un rol activo en la protección ciudadana y desde hace poco más de 20 años empezaron a incursionar en la creación de policías municipales.

Al igual que en el resto del país, en Curridabat, la población suele solicitar la creación de una policía municipal.

En una encuesta que realizó la firma Unimer para la Municipalidad en 2012, al consultar a la ciudadanía que mencionará el principal problema que se debía resolver, la mejora de las calles y la limpieza de calles, caños y ríos ocuparon los primeros lugares de menciones (293 y 245 respectivamente).

La demanda por policías municipales (207) y la seguridad ciudadana (128 menciones) ocuparon los puestos de prioridad tres y cuatro, aunque si se suman como uno solo, pasarían a ocupar el primer lugar.

Esta demanda ciudadana, sin embargo, ha sido desechada por el gobierno local en por considerarla un esfuerzo económico oneroso para nuestras finanzas versus sus posibles resultados.

 

Más no siempre es mejor

Ante esta situación, y en estos días en que con la fiesta, los aguinaldos, los paseos y similares aumenta el riesgo de ser víctimas de la delincuencia, en Monitor XXI realizamos un estudio documental de la relación entre la situación de seguridad ciudadana en los cantones que más invierten en ese rubro y que cuentan con policía municipal.

Como base para este análisis utilizamos los presupuestos que los gobiernos locales remitieron a la Contraloría General de la República para 2012 y comparamos los datos con el Indice de Desarrollo Cantonal con el componente de seguridad integrado de ese año. Este índice fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y es el último dato más reciente que valora la seguridad cantonal en el país.

Los resultados son claros. No existe ninguna garantía de que cuánto más invierta un gobierno local en seguridad ciudadana, vaya a tener un territorio más seguro.

El caso que mejor ejemplifica esta situación es el cantón de Garabito (Jacó), donde el gobierno local planeó una inversión de ¢644 millones en seguridad ciudadana, un 16,78% de su presupuesto anual de 2012.

Garabito fue el cantón que más recursos presupuestó, sin embargo, se ubicó en la posición 78 en cuanto a niveles de seguridad, uno de los más inseguros del país.

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Este grafico muestra la inversión que esto gobiernos locales realizaron en seguridad ciudadana y su posición en el Indice de Seguridad Ciudadana cantonal.

 

Los siguientes gráficos muestran la relación de inversión de recursos de los gobiernos locales y la población.

 

 

 

 

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